Pues como llevo 6 meses, más liado que una persiana (es lo que tiene ser, felizmente, papas de mellizos además de primerizos) me entero de lo justo, pero más vale tarde que nunca ahí va un post que tarde o temprano tenía que escribir y además me viene de perlas para la propuesta de lúpulo adicto de “Mi Beerano Cervecero” #MBC13
Este verano decidimos irnos unos días a Andorra, la verdad que como todo friki cervecero que se precie, ansiaba explorar y buscar cervezas diferentes a las que por aquí encontramos que no son pocas.
Como con los peques los movimientos sabíamos que serían concretos y milimetrados, iba con 2 visitas seguras en mi cabeza por un lado la visita a Cervesa Alpha y por otro a la Birreria. De todas formas tenía muy claro que súper o tienda sospechosa de tener nuestro querido líquido sería automáticamente investigada a fondo.
Bien la sorpresa, tengo que reconocer que muy negativa, fue que no se encuentran en los súper mas allá de alguna weissbier alemana, las típicas industriales de siempre, y anecdóticamente en algún sitio había chimay. Eso si a patadas de tiendas vendiendo whiskys, vinos, licores y lo que quieras, a patadas, pero de cerveza nada
Como anécdota graciosa en una de esas tiendas me dio por preguntar – Oiga tienen cervezas de importación? Respuesta: – Aquí todo es de importación. JAJA, Touché
Al lío, voy a empezar por la que fue sin duda, la mejor experiencia cervecera del verano, la visita a Antoni Medina de Alpha Andorra
Llegamos a La Cortinada (Ordino) sobre las 11 de la mañana, lo primero que nos dimos cuenta es que el local donde estaba teóricamente ubicada la Micro, había cambiado de dirección, realmente muy fácil de avistar pues era en la misma calle principal unos 100 metros más adelante.